Por los cuentos de Alice Munro pasa la vida, no digo que ésta no lo
haga en los libros de otros autores, no. Al fin y al cabo es la vida la
que nos pasa calladamente mientras
estamos, pero en esta escritora hay una sensación de vida a raudales,
derramándose a través de los actos, las palabras, los sentimientos y
pensamientos de cada uno de los personajes diversos que pueblan sus
relatos, más diversos aún.
Es el tiempo de las mujeres, las luchadoras, las que atesoran grandes ingestas de humor, amor y razón bajo su indiferente aspecto casual y simple, las que se agarran a un clavo ardiendo para salir a flote.
Y luego está la melancolía, no es una melancolía a propósito, posiblemente ella no la previno, pero todas las historias la destilan a raudales.
Me recuerda a autores tan diversos como Chejov o Faulkner.
Es el tiempo de las mujeres, las luchadoras, las que atesoran grandes ingestas de humor, amor y razón bajo su indiferente aspecto casual y simple, las que se agarran a un clavo ardiendo para salir a flote.
Y luego está la melancolía, no es una melancolía a propósito, posiblemente ella no la previno, pero todas las historias la destilan a raudales.
Me recuerda a autores tan diversos como Chejov o Faulkner.
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